
origen de la imagen:https://defendernetwork.com/news/opinion/black-culture-line-dancing/
Es esa época del año nuevamente.
El Rodeo de Houston ha vuelto, y con él viene un resurgimiento de un querido pilar cultural: el line dancing.
Recientemente, asistí a un evento de networking en el rodeo y fui testigo de algo hermoso: personas negras de todos los tonos, luciendo sus sombreros de vaquero, botas y abanicos, apresurándose al centro de la pista de baile cuando la música zydeco comenzó a sonar.
En perfecta sincronización, dieron pasos, se movieron y golpearon el suelo, convirtiendo el evento en una reunión familiar improvisada.
El line dancing es más que solo una actividad divertida de fiesta; es una tradición profundamente arraigada que nos conecta con nuestros antepasados.
Desde la Madre Tierra de África hasta el Caribe, la danza comunal siempre ha sido una forma para que los negros se unan, celebren y fortalezcan los lazos comunitarios.
Ya sea en bodas, graduaciones, fiestas de cumpleaños o incluso en parques públicos, la invitación no verbal para unirse trae un sentido de orgullo, comodidad y unidad.
Así que, al ver el regreso del baile en línea country, abracémoslo por lo que es: otro ejemplo de cómo mantenemos viva la cultura.
Químicos tóxicos encontrados en marcas populares de cabello trenzado
Más de 3,000 productos de belleza y cabello comercializados para mujeres negras son tóxicos, revela un nuevo estudio.
Crédito: Getty Images
Primero fueron los relajantes, ahora es el cabello trenzado: las mujeres negras no parecen tener descanso cuando se trata de productos de belleza.
Una reciente investigación de Consumer Reports reveló que 10 marcas populares de cabello trenzado sintético contienen químicos vinculados al cáncer, problemas reproductivos y discapacidades en el desarrollo en niños.
Para muchas de nosotras, los estilos protectores son necesarios, no solo una elección estética.
Protegen nuestro cabello natural del daño, reducen el tiempo de peinado y nos dan la libertad de variar nuestros looks.
Pero ahora, sabiendo que el cabello que usamos para proteger nuestras coronas puede estar perjudicando nuestra salud, nos queda preguntando: ¿qué es seguro, entonces?
Muchas mujeres negras han compartido historias de irritaciones en el cuero cabelludo, picazón y reacciones alérgicas después de instalar trenzas sintéticas, pero ahora sabemos que hay más en juego que solo incomodidad.
Es agotador estar siempre en guardia, cuestionando si los productos cotidianos nos están poniendo en riesgo.
La industria de la belleza debe hacerlo mejor, y hasta que eso ocurra, necesitamos abogar por la transparencia y alternativas más seguras.
Después de todo, deberíamos poder llevar nuestra cultura con orgullo, no con miedo.
Jay-Z lucha por su reputación
Jay-Z niega las acusaciones de haber agredido sexualmente a una niña de 13 años en 2000 junto a Sean ‘Diddy’ Combs.
Foto por Rich Fury/Getty Images
Dicen que el karma nunca falla.
Jay-Z está tomando acciones legales contra una mujer anónima que lo acusó, junto con Sean “Diddy” Combs, de agresión sexual en una demanda que ha sido desestimada.
Ahora, Hov está contraatacando, demandando a la acusadora y a su abogado, Tony Buzbee, para restaurar su carácter.
Las acusaciones de agresión sexual son serias, y cada reclamo debe ser investigado a fondo.
Pero cuando entran en juego acusaciones falsas, no solo se dañan las reputaciones, sino que también se dificulta que las verdaderas víctimas sean creídas.
Si Jay-Z es inocente, como sugiere la desestimación de la demanda y sus contrademandas, entonces la reacción que él y su familia han enfrentado es injusta.
El mismo escrutinio y responsabilidad que ha sufrido debería aplicarse a aquellos que hicieron las reclamaciones.
Las acusaciones falsas no solo dañan al acusado, sino que debilitan la lucha de los verdaderos sobrevivientes que buscan justicia.
La responsabilidad debería aplicarse en ambos sentidos.