
origen de la imagen:https://www.theguardian.com/us-news/2025/jun/05/joe-biden-dismisses-donald-trump-inquiry-into-his-cognitive-decline-as-a-distraction
Joe Biden acusó a Donald Trump de “distraer” después de que lanzara una investigación sobre el tiempo del ex presidente demócrata en el cargo, alegando que los principales asesores de Biden habían encubierto su declive cognitivo y tomado decisiones en su nombre.
Biden dijo en un comunicado, ampliamente enviado a los medios de comunicación de EE. UU., que el movimiento anunciado a última hora del miércoles se produjo en un momento en que Trump estaba promoviendo una importante pieza de legislación que los críticos habían señalado que incluía masivos recortes de impuestos y enormes reducciones en el gasto social.
“Esto no es más que una distracción por parte de Donald Trump y los republicanos en el Congreso que están trabajando para impulsar una legislación desastrosa que recortaría programas esenciales como Medicaid y aumentaría los costos para las familias estadounidenses, todo para pagar recortes fiscales para los ultra ricos y grandes corporaciones”, afirmó Biden.
Biden agregó: “Déjame ser claro: yo tomé las decisiones durante mi presidencia. Yo tomé las decisiones sobre los indultos, órdenes ejecutivas, legislación y proclamaciones. Cualquier sugerencia de que no lo hice es ridícula y falsa”.
Trump ha atacado repetidamente a Biden por sus acciones en los últimos años de su presidencia, llegando incluso a promover una teoría de conspiración que afirmaba que Biden fue ejecutado en 2020 y reemplazado por un clon robot.
Sin embargo, ha habido un enfoque más amplio en la acuciosidad mental y salud física de Biden, especialmente después de que un libro coescrito por el presentador de CNN Jake Tapper se publicó conteniendo un relato detallado del declive físico y mental de Biden a medida que su presidencia avanzaba; algo que, según el libro, empeoró a medida que se acercaba la elección de 2024.
En esa campaña, Biden se vio obligado a retirarse después de un desastrozo desempeño en el debate que intensificó las preocupaciones sobre sus habilidades y edad. Finalmente, fue reemplazado por su vicepresidenta, Kamala Harris, quien perdió las elecciones de noviembre de 2024 ante Trump.
En su anuncio de una investigación, Trump instruyó al abogado de la presidencia, en consulta con la Fiscal General, Pam Bondi, y otros funcionarios, a investigar “si ciertos individuos conspiraron para engañar al público sobre el estado mental de Biden y ejercieron inconstitucionalmente las autoridades y responsabilidades del presidente”.
La investigación se centrará en el uso del autopen por parte de Biden para firmar legislación. Un autopen es un dispositivo mecánico que se utiliza para replicar la firma auténtica de una persona y ha sido utilizado por los presidentes de EE. UU. para firmar acciones ejecutivas durante décadas.
Trump calificó el uso de un autopen por parte de Biden como “uno de los escándalos más peligrosos y preocupantes en la historia de Estados Unidos”.
El anuncio se produce cuando el One Big Beautiful Bill Act de Trump enfrenta una alta oposición, mientras el presidente de EE. UU. y sus aliados políticos intentan impulsarlo a través del Congreso.
Su antiguo aliado, Elon Musk, quien recientemente parece haberse distanciado de Trump tras ayudarle a recortar el gasto gubernamental, ha llamado a la legislación una “abominación asquerosa”.
El proyecto de ley incluye aproximadamente $3.75 billones en recortes de impuestos; extendiendo los recortes de impuestos individuales de 2017 que están por expirar y añadiendo temporalmente nuevos que Trump promovió, incluyendo la eliminación de impuestos sobre las propinas.
La pérdida de ingresos se compensaría parcialmente con casi $1.3 billones en reducción del gasto federal en otras áreas, particularmente a través de Medicaid y asistencia alimentaria.
Como resultado, 7.8 millones de personas ya no tendrían seguro de salud debido a los cambios en Medicaid, incluyendo 5.2 millones debido a los nuevos requisitos de trabajo propuestos para adultos no discapacitados hasta los 65 años, con algunas excepciones, según el análisis.
Aproximadamente 1.4 millones de personas que se encuentran en EE. UU. sin estatus legal en programas de salud financiados por el estado ya no tendrían cobertura.
La Associated Press contribuyó a este informe.