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Lyle y Erik Menéndez, quienes fueron condenados por matar a sus padres en 1989, están hablando desde detrás de las rejas mientras el fiscal de distrito de Los Ángeles dice que revisará nuevas pruebas.
“Recuerdo cuando se dictó el veredicto, era de primer grado”, recuerda Lyle. “Era tan abrumador que estaba en shock”.
Por primera vez en 30 años, los hermanos Menéndez se pronuncian en medio del renovado interés por el infame caso de asesinato que capturó la atención del mundo.
“Fui a la única persona que me había ayudado alguna vez, que me había protegido, y luego, en última instancia, esto sucedió”, dijo Erik. “Fue arrestado por mí. Quería morir. De alguna manera, no protegí a Lyle”.
Las grabaciones de audio son parte de “The Menendez Brothers”, un nuevo documental de Netflix.
Los hermanos dispararon y mataron a sus padres en su casa de Beverly Hills en 1989. Abrieron sobre lo que dijeron en el estrado durante el histórico juicio transmitido por televisión y la reacción de Erik a la declaración de su hermano.
“Recuerdo cuando se disculpó en el estrado por haberme molestado. Nunca me había dicho que lo sentía”, dijo Erik.
El juicio está generando titulares nuevamente tres décadas después, ya que la oficina del fiscal del distrito del condado de Los Ángeles, George Gascón, evalúa nuevas pruebas alegadas y llamados públicos para la nueva sentencia.
“No estamos diciendo que hubo algo malo en el juicio original. Nos han dado pruebas”, dijo Gascón.
El famoso abogado defensor Mark Geragos afirma que Erik envió a su primo una carta detallando el abuso nueve meses antes de los asesinatos.
Geragos también dice que un miembro de la popular boy band de los 80, Menudo, Roy Rossello, dice que él también fue molestado por el padre de los Menéndez en la casa familiar.
Esto se suma a una creciente demanda para que se reevalúe el abuso alegado que los chicos sufrieron a manos de su propio padre.
Alegan que esto ocurrió durante años y que temían por sus propias vidas.
“Era una cultura del silencio y esa cultura del silencio existía hasta los 90, y creo que finalmente se rompió en los 2000”, dijo Erik.
Los fiscales sostienen que los brutales asesinatos fueron motivados por dinero. La próxima audiencia es el 26 de noviembre y el fiscal de distrito dice que la decisión final será suya.